POR JOAQUÍN ICARDI
Pascual Pérez, “El león mendocino” o “El
pequeño gigante”, falleció el 22 de enero 1977 a los 50 debido a una
insuficiencia hepática- renal.

Reinó
en el amateurismo en las Juegos Olímpicos de Londres 1948, cuando venció por
puntos al italiano Spartaco Bendinelli en la final. Es, junto a Rafael
Iglesias, el último en ganar un oro para Argentina. “Podríamos afirmar que ha sido el mejor
boxeador del equipo argentino y uno de los mejores estilistas del torneo”,
detallaba en su escrito el gran Félix Frascara para la revista El Gráfico.
Cuatro años
más tarde, se presentó a la pre-selección para Helsinki 1952, pero tras una
dudosa decisión en las tarjetas, cayó por puntos y decidió pasarse al
profesionalismo.
Con siete peleas en el campo rentado ganó el título
argentino vacante. Con 23 peleas –todas ganadas- retó en el Luna Park (con Juan
Domingo Perón en el ring side) al campeón mundial mosca, el japones Yoshio
Shirai, sin el cinturón en juego. Empataron. Cuatro meses después, el asiático
le dio revancha y con títulos de por medio. El mendocino venció en todas las
tarjetas y se convirtió en el primer argentino en ser campeón del mundo.
“Y en la
cúspide del pico más alto de los Andes resplandece, desde el 26 de noviembre de
1954, el nombre de este bravo cuyano que cumplió la hazaña de conquistar para
el deporte argentino el primer título de campeón mundial de boxeo profesional”,
destaca El Gráfico en su publicación del tres de diciembre de 1954.
Retuvo su cetro en 9 oportunidades a lo largo
de seis años, hasta el 16/4/1960 que el tailandés Pone Kingpetch lo derrotó por
puntos. Intentó recuperarlo pero no pudo.
Libró 92 peleas de las que ganó 84 (57 KO’s),
perdió siete (la primera fue a siete años de su debut, en 1959) y empató una.
“Soy un recuerdo”, le dijo al periodista Franco
Mogni tras caer ante los puños del japonés Sadao Yaolita. Sí. Quedará siempre
en el recuerdo por haber peleado 125 veces como amateur, por ser el último oro olímpico
del pugilismo argentino, por ser el
primer compatriota en convertirse en campeón del mundo, por estar entre el
selecto grupo de vencedores en más de 50 combates por nocaut, por ser leyenda.
Por todo eso, Pascual Pérez siempre será un grato recuerdo para los amantes del
boxeo.
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